miércoles, 11 de febrero de 2015
El carácter de un conejo
Existe la creencia común de que los conejos y las liebres son animales temerosos. En su ámbito natural, este comportamiento viene determinado por la necesidad de supervivencia, es decir, estos animales son el principal objetivo de muchos depredadores como lobos, águilas, zorros o nutrias, por lo que mantener una actitud siempre alerta es su mejor arma. Así, ante cualquier amenaza, este animal tiene dos únicas opciones: huir o agacharse simulando estar muerto. En el hogar, se comportan de forma similar. Si percibe ruidos estridentes o muy altos el conejo encogerá con las orejas hacia atrás, los ojos abiertos de par en par y temblará todo su cuerpo. Estas reacciones de seguridad los llevan a marcar el territorio que consideran suyo. En el campo lo harán mediante la colocación de ramas o piedras en torno a un caso, o bien mediante secreciones corporales. En su vida casera, junto a nosotros, estos animales considerarán su refugio la jaula. Aunque son animales tranquilos, no son raros los enfrentamientos con sus congéneres para defender su espacio.
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